Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies.
Más información

domingo, 24 de julio de 2011

“Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.”

Con paciencia de araña y voluntad de hormiga, el “sistema” con sus mandantes imperiales y sus súbditos obedientes, nos fue sepultando en vida, lenta y perversamente.

Como la gota que orada la piedra, el hueco es cada vez más profundo. Quitamos algún derecho por acá, otorgamos unas migajas por allá; garabateamos todas las leyes cumpliendo con la formal institucionalidad jurídica, para no hacer justicia con ellas; la biblia y el calefón, choripán y puerto Madero; nos venden –todo es plata- esperanzas rosadas, futuro de cartón; Maquiavelo al poder, se fue Alí Babá pero quedaron los cuarenta ladrones; en el país de los ciegos donde el tuerto fue rey,

la reina del Plata no se quiere llamar Cristina –algo es algo…-; ilusionistas marca Indec, equilibristas en el llano real; ¡No pensarás! para eso está la TV pública; dios y la patria renunciaron a demandantes; algo anda mal si Tinelli es más peligroso que Hannibal; el botox se aplica también al modelo decadente; la letra del himno es una tarea por hacer; los días peronistas mutaron a nublados; ¡se siente, se siente, cualquiera es presidente! (¿igualdad de oportunidades?, ja); desde el insano juicio de quien ni abogada es, se proclama la “defensa de todos los argentinos”; ¡algo habrán hecho! y dejamos que nos maten 30.000; …pero este gobierno algo hizo… y se nos siguen muriendo los pibes de paco y marginación y los pobres de hambre y estafa; se abusa de necesidades básicas mientras se vende esperanza; pan y circo, cumbia y feriados; analfabetos funcionales y tecnología de punta; barnices y maquillajes; ¿será: somos nosotros o el caos, o nosotros y el caos?; alguna vez subí al escenario de un ilusionista con la intención de dejarlo en ridículo usando mi fuerza de voluntad contra su hipnotismo, logrado mi objetivo me dijo: “diez pesos y te dormís”, cualquier semejanza con nuestra realidad actual no es mera coincidencia; en cada acto de gobierno hay que saber medir “su intencionalidad y su consecuencia futura”, para no confundir gordura con hinchazón, vio?; ¿Cuánto habrá de vacío en nosotros para que la alucinación nos ciegue la cercanía del abismo?; el delirio del poder político es nuestro peor enemigo y un escalón más abajo estamos nosotros mismos; el capitalismo es hijo de la sociedad de clases y más se exacerba cuando perdemos nuestra conciencia de clase para que nos sigan cagando. Como decía un amigo: “la mierda es rica, millones de moscas no pueden estar equivocadas”. Gracias Pica por mantenerte despierta, combativa e ilusionada (no alucinada).

No hay comentarios:

Publicar un comentario